Hace 15 años nació la marca ARQUIP. El proyecto salió de la cabeza de un equipo joven que, con trabajo, entusiasmo e ilusión, empezó a desarrollar la idea. Un proyecto ambicioso pero con una pretensión muy sencilla, hacer llegar la arquitectura al público de una manera cercana y comprensible. Hacer que la arquitectura, sus labores, sus entresijos, sus complejidades... se pusiera al alcance de todos.
"Las creaciones de los arquitectos nos afectan directamente mucho más que otras formas de arte. Puedes no observar un cuadro o no asistir a un concierto, pero en tu día a día obligatoriamente interactúas con la arquitectura. La arquitectura es única en su capacidad de unir función y belleza."
Aquel entusiasmo y aquellas ilusiones con las que empezó a nacer la distinción por la que hoy sentimos gran orgullo, se dejó ver en cada uno de los proyectos y las ideas llevadas a cabo en cada proceso de creación artística y arquitectónica. A la vez, su equipo siguió empapándose de las nuevas tecnologías que la ciencia ponía a su disposición, de los nuevos métodos, de las nuevas formas de trabajar, así como de los tiempos que corrían en paralelo a la disciplina de la arquitectura, tanto artística como funcional.